La historia de bondi me parece más divertida. La cuenta el doctor [Francisco] Da Silveira Bueno: «Cuando se fundó en Río de Janeiro la Compañía de Transportes Colectivos, la empresa, que era inglesa, lanzó bonds, esto es, acciones, bonos, cauciones, para formar el capital destinado a la adquisición de los carros eléctricos, y el pueblo, que no sabía inglés, identificó la palabra bond con el propio vehículo». Bondi es palabra que se pierde irremediablemente. Los tangos se olvidaron de fijarla. Otra cosa ocurriría si, en lugar de «Talán, talán, talán... / Pasa el tranvía por Tucumán...» [Talán, talán, 1924], hubiera escrito Vacarezza: «el bondi pasa por Tucumán».<br />
|