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Antiguo 18-11-2005, 23:39:10
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kejardin kejardin is offline
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Predeterminado

HIJOPUTA!!!! <br />
<br />
Estaba sentado el otro día delante de mi ordenador cuando me acordé que tenía que llamar por teléfono a un compañero. <br />
Descolgué el auricular y marqué el número de memoria. Me contestó un tipo con muy mal humor diciendo: <br />
- "¿Qué quiere?". <br />
- "Soy Ignacio Martínez, ¿podría hablar con Roberto Espárrago?" dije amablemente. <br />
- "Te has equivocado, gilipollas", me respondió y acto seguido colgó. <br />
No daba crédito a lo que me estaba ocurriendo. Cogí mi agenda para buscar el número de mi compañero y comprobé que, efectivamente, me había equivocado. <br />
Pero como aún recordaba el número "erróneo" que había marcado anteriormente, decidí volver a llamar a aquel tipo y cuando me <br />
cogió el teléfono no esperé a que contestase y le dije: <br />
- "Eres un hijoputa", y colgué rápidamente. <br />
<br />
Inmediatamente apunté aquel número en mi agenda junto a la palabra "hijoputa". <br />
Cada dos o tres semanas, cada vez que estaba cabreado (porque me llegaba una carta inesperada, o un aviso de multa, <br />
o discutía con mi mujer, o alguna situación por el estilo) volvía a llamarlo y sin dejarle contestar le decía: <br />
- "Eres un hijoputa". <br />
<br />
Esto me servía de algún modo como terapia y me hacía sentirme mucho más relajado. <br />
Unos meses después, la maldita Telefónica introdujo el servicio de identificación de llamadas, <br />
lo cual me deprimió un poco porque tuve que dejar de llamar al "hijoputa". <br />
Pero de repente, un día se me ocurrió una idea: marqué su número de teléfono y cuando escuché su voz le dije: <br />
- "Hola, le llamo del departamento de ventas de Telefónica para ver si conoce nuestro servicio de identificación de llamadas". <br />
- "No" me dijo el tío grosero, y me colgó el teléfono. <br />
<br />
Rápidamente lo volví a llamar y le dije: <br />
- "Eres un hijoputa". <br />
<br />
Un mes después, estaba yo esperando con mi coche a que una anciana saliera de la plaza de aparcamiento del Hipercor. <br />
Esta lo hacía muy lentamente y cuando terminó la maniobra y me disponía yo a ocupar la plaza libre, apareció un <br />
Golf GTI negro a toda velocidad y se metió en el hueco que iba yo a ocupar. Comencé a tocar el claxon y a gritar: <br />
- "Eh, oiga!, que estaba yo esperando!, no puede hacer eso!". <br />
<br />
El tipo del Golf se bajo, cerró el coche y se fue hacia el centro comercial ignorándome como si no me hubiera oído. <br />
Yo me quedé completamente frustrado y pensé: "Este tío es un hijoputa. El mundo está lleno de ellos". <br />
Justo en ese momento vi un letrero de "SE VENDE" en el cristal de atrás del Golf. Lógicamente anoté el <br />
número de teléfono y me fui a buscar otra plaza de aparcamiento. <br />
A los dos o tres días, vi en mi agenda el número del "hijoputa" y me acordé que había anotado el numero del tipo del Golf. Inmediatamente le llamé y le dije: <br />
- "Buenos días. ¿Es usted el dueño del Golf GTI negro que se vende?" <br />
- "Sí, yo mismo" <br />
- "¿Podría decirme donde puedo ver el coche?" <br />
- "Sí, por supuesto. Yo vivo en la calle de Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa, <br />
es un bloque amarillo y el coche esta aparcado justo enfrente de la casa" <br />
- "¿Cómo se llama usted?" >- "Enrique Juárez" <br />
- "¿Que hora sería la mejor para encontrarme con usted y discutir los detalles de la operación, Enrique?" <br />
- "Pues yo suelo estar en casa por las noches". <br />
- "¿Puedo decirle algo, Enrique?" <br />
- "Si, claro" <br />
- "Enrique, eres un hijoputa de la hostia", y colgué el teléfono. <br />
<br />
Inmediatamente después de colgar anoté el numero en mi agenda al lado del otro, pero en este puse el nombre de "hijoputa II". <br />
Ahora tenía dos "hijoputas" para llamar y así estuve durante dos o tres meses, llamando ahora a uno, ahora a otro; hasta que comenzaba a aburrirme un poco. <br />
Me puse a pensar en serio sobre como resolver este problemilla y al cabo de un par de whiskies se me ocurrió algo. Primero llamé al "hijoputa I": <br />
- "Dígame" <br />
- "Hola hijoputa" - pero esta vez no colgué. <br />
- "¿Estas ahí todavía, verdad, cabrón?" <br />
- "Si, hijoputa". <br />
- "Deja ya de llamarme o ..." <br />
- "Noooooo". <br />
- "Si supiera quien eres te rompía la boca", me dijo. <br />
- "Me llamo Enrique Juárez y si tienes cojones vienes a buscarme. Vivo en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa, en un bloque amarillo, <br />
justo en la puerta donde hay aparcado un Golf GTI negro, so hijoputa" <br />
- "Ahora mismo voy para allá!!! Tu sí que eres un hijoputa y ya puedes ir rezando todo lo que sepas. Te voy a matar a hostias" <br />
- "¿Si?. Que miedo me das, hijoputa!" y colgué el <br />
teléfono. <br />
Inmediatamente llame al hijoputa II: <br />
- "Dígame" <br />
- "Hola hijoputa" y no colgué. <br />
- "Como te pille algún día..." <br />
- "¿Que me vas a hacer, hijoputa?" <br />
- "Te voy a patear las tripas, pedazo de cabrón" <br />
- "¿Sí?, pues a ver si es verdad, hijoputa. Ahora mismo voy hacia tu casa" y colgué. <br />
<br />
Por ultimo, cogí el teléfono y llame a la policía. Les dije que estaba en la calle Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa <br />
y que iba a matar a mi novio homosexual en cuanto llegara a casa. <br />
Luego hice otra llamada rápida a "Madrid directo" y les dije que iba a haber una pelea de pandillas en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa. <br />
Y entonces me monté en mi coche y me fui para allá a toda leche. Te juro que es una experiencia que nunca olvidaré. La mayor pelea que he visto en mi vida. <br />
Hasta los cámaras de Telemadrid se llevaron lo suyo. <br />
En fin, después de esto espero que cuando te llame por teléfono me contestes en tono amable. <br />
<br />
"Ya sabes, no es bueno que yo me irrite."
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