Entra un cliente a la farmacia a comprar preservativos. El farmacéutico pregunta qué tamaño. Responde el cliente:
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- El más grande que tenga.
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- ¿Para 20 centímetros está bien?
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- No, más grande. El comerciante rebusca entre su stock, y encuentra:
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- ¿Le alcanza de 25 centímetros?
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- ¡No! Sigue siendo chico...
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Finalmente, del fondo del cajón saca un paquete en el que se lee «30 cm». Se lo muestra al comprador, y le dice:
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- ¿Así está bien?
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- No, señor, más grande.
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Desconcertado, el comerciante pasa a la trastienda, encara a su mujer y le cuenta:
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- Querida: ahí hay un tipo que pide condones, y ningún tamaño le parece suficiente. Llegué a darle hasta de 30 centímetros, e insiste en que no le alcanza. ¿Qué le ofrezco?
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Y la mujer responde:
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- ¡Casa, comida, el auto y la mitad de la farmacia!
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