Te comprendo, Echi.<br />
El otro viernes era el cumpleaños de una compañera de trabajo y celebró una fiesta en su casa. Cuando acabó la fiesta, me tuve que quedar a dormir en su sofá cama, porque ya no tenía autobús de vuelta a casa. Y para dormir algo, tuve que echar el colchón al suelo, porque sobre su somier era imposible.
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