A ver, cosas que hice yo que era tan buen chico... 0|-)
<p>¿Habéis visto <i>La vida de Brian</i>, de Monty Python? ¿Cuando Brian tiene que escribir "romani ite domum" ("romanos idos a casa") en un muro ( http://arago4.tnw.utwente.nl/stonedead/movies/life-of-brian/thumbnails/09-romani-ite-domum.jpg XD )? Pues bien, nuestro profesor de latín se llamaba Urbano (aunque lo llamábamos "el Rabino" XD ). Después de que echaran la película por la tele, a un amigo llamado Peque se le ocurrió poner "Urbani ite domum" en la pizarra para que lo viera el profesor cuando llegara. Entonces yo hice notar que eso era incorrecto y que lo incorrecto sería "Urbane i domum" ("Urbano vete a casa"). Un tercero llamado Miguel lo corrigió, y fue a él a quien el Rabino pilló con la tiza en la mano, y por supuesto Peque se desternilló de risa schadenfreudiana. El profesor se lo tomó a mal, incluso dijo en voz baja --según nos contó Miguel--, "y tú eres un ###########". No teníamos intención de ofenderle, yo había pensado que podría encontrarlo divertido y se alegraría de que alguien hubiera aprendido latín. Pero era un profesor al que los más gamberros daban mucha caña precisamente porque no tenía aguante... No estaba preparado para ser profesor con los chavales de mi generación, ni mucho menos para las que vinieron después --creo que está jubilado. En fin travesuras de empollones. XD
<p>Otra se la hicimos al conserje, con quien hablábamos a veces y nos llevábamos bien. (Vino después de uno que se había jubilado que se llamaba Eusebio, le llamábamos Chebo y nos caía mal a todos porque tenía un carácter muy avinagrado. Éste en cambio era un tío majo.) Cada día durante el recreo pasaba por cada clase, confirmaba que estaba vacía y cerraba con llave. Un día nos escondimos detrás de los abrigos, nuestras piernas las tapaban los pupitres, el conserje pasó y creyendo que no había nadie fue a cerrar, entonces le pegamos unos gritos para que viera que estábamos detrás de los abrigos. No pasó nada, nos echamos unas risas con él. Al día siguiente le tendimos una trampa, y no sé si se me ocurrió a mí, pero sin mala intención. Pusimos detrás de los abrigos unas mochilas para que hicieran bulto, y nosotros nos escondimos fuera de la clase para mirar. El conserje, como era listo, al ver los bultos pensó que éramos nosotros otra vez, no sé si fue a destaparlos y todo. Cuando vio que le habíamos engañado se enfadó. Supongo que tenía mucho trabajo y ya no le hacía gracia, o a lo mejor temía que lo fuéramos a repetir todos los días cambiando de estrategia --no era nuestro estilo hacer bromas de mal gusto así, al menos no el mío...
<p>En fin, puede que me acuerde de más.